A Don Juan, mi compañero de viajes.
Después de toda una vida conviviendo con los trenes, por fin llega el ocaso de mi carrera y puedo plantearme disfrutar más de mi tiempo libre. Es aquí donde me surge la inquietud de integrarme en nuestro hogar II de Almería y poder ser útil a los demás.
Después de tres años y algunos meses trabajando codo a codo con Don Juan Martínez Rull, puedo decirles que no sólo he disfrutado de los muchos viajes que hemos compartido juntos; sino que también he podido aprender de la experiencia de este gran devorador de kilómetros.
Si tuviera que definir a Don Juan, diría que es incansable en la organización de viajes, pues no hemos terminado de planificar uno, cuando ya está pensando en cual va a ser el destino del siguiente; siempre pensando en satisfacer a nuestros compañeros y compañeras del hogar.
Tengo que decir que realiza una labor estupenda, a pesar de no contar con los recursos necesarios para ejercer esta actividad. También mencionaré que sus comienzos fueron un poco inseguros. Había que dar unos pasos en un terreno totalmente desconocido y he aquí que proyecta un viaje a Marina D’Or y nada menos que de 7 días. Fue un verdadero éxito. Aún se conservan cartas de felicitación de algún viajero al Señor Director del Centro, alabando el viaje.
A este, su primer destino, le sucedieron otros muchos: Matalascañas, Cantabria, Cuenca, Costa Brava, Galicia, Asturias, Fátima, Lourdes, Cádiz, Pueblos Blancos, Extremadura, Gibraltar, etc.
Y… ustedes dirán… ¿Cuál es el secreto para el éxito de estos viajes? Pues… han de saber que siempre que se pone uno a la venta, a la hora ya está lleno el autocar.
La organización de un viaje lleva muchos quebraderos de cabeza, ya que el principal objetivo es que las personas que nos acompañen, disfruten y pasen momentos inolvidables. Buscar el bienestar y la felicidad para todo el mundo, no es cosa fácil porque nunca llueve a gusto de todos.
A Don Juan, con su vista de águila, no se le escapa detalle alguno. Lo primero que hace cuando llega a la sala de Juntas es extender un mapa encima de la mesa y hacer los trazos necesarios para señalizar el recorrido en cuestión.
El siguiente paso, es entregar el proyecto a las diferentes agencias y buscar el mejor sitio en relación calidad-precio. Cada vez que lo ven asomar por una agencia, se echan a temblar porque saben que es un gran negociador.
Para finalizar, quiero decirle que estoy orgulloso de ser su colaborador y compañero de fatigas.
¡Le deseo que tenga mucho ánimo para continuar al frente de esta gran labor que ejerce día tras día en este nuestro hogar II de Almería!
Antonio Fernández Ortega
